domingo, julio 28, 2013



Pegarle al chancho, para que aparezca el dueño.


"Hay miles de personas que están nombradas en ese libro y no todas son genocidas. Eso no quiere decir que (Milani) haya sido cómplice de la dictadura. (Estela de Carlotto)

Las causas contra Milani están en la Justicia desde hace 30 años” (Juan Fresneda)



Las frases del copete no aportaron nada útil,  pero causaron un estrago irreparable. Banalizaron lo único que importa: saber la verdad sobre la desaparición del Conscripto Alberto Ledo, en Tucumán, el 17 de junio de 1976.  Ni Carlotto ni Fresneda

–ambos víctimas de la misma dictadura que se ensañó con Ledo- desplegaron ni una exigua expresión solidaria hacia la familia de Alberto. Nada.



El que dude, pregúntele a la familia: ¿Cuántos de los “fervorosos defensores de los DDHH” se comunicaron con la familia Ledo,

-especialmente con su madre, Marcela, integrante de Madres de Plaza de Mayo (sector  de Hebe de Bonafini)- para acompañarles en estos momentos de ansiedad?



¿Tanto cuesta aceptar la equivocación, en lugar de sostener, caprichosamente y a un precio altísimo,  la designación de una persona con –por lo menos-  gruesas fisuras en su historia?



A Alfonsín, la gran mayoría de los apoyos que  había cosechado con la CONADEP y los Juicios a las Juntas, se le evaporaron en instantes, al desdecirse éticamente, con el “Punto Final“ y la “Obediencia Debida”. En esos años, tal vez podía explicarse en la debilidad de la democracia. Había riesgos ciertos (y ocurrieron) de asonadas militares buscando la impunidad para sus crímenes. No me gusta, no estoy de acuerdo, pero lo comprendo.



Pero… ¿Ahora? ¿Es necesaria ésta claudicación de algunos integrantes del gobierno nacional y de emblemáticos militantes de la causa de los derechos humanos como Carlotto y Fresneda? ¿Cómo explicarlos?... ¿Cómo entenderlos? ¿Y el silencio público de Hebe de Bonafini? ¿Alguien los entiende? Yo no.





Cristina -en un buen gesto- recibió al famoso y marketinero nenito caprichoso que quería verla el 25 de mayo.  Tuvo tiempo para darle el gusto. ¿No hay  hueco alguno en su agenda para recibir a la familia Ledo y brindarles en privado las explicaciones que se merecen? ¿O abrazarlos y darles esperanzas de que se hará justicia con Alberto? No pido que salga en público por cadena nacional y en los balcones. Que lo haga en privado y listo. Al final de cuentas, estamos hablando de personas que han defendido al gobierno nacional durante diez años. Ahí están los archivos con decenas de comunicados, firmados por Marcela Ledo.



Las señoras de Ledo y  de Minué, con sus pañuelos blancos  ya recorrían, desde mucho antes,  la plaza principal de La Rioja, cuando ¿recuperamos? la democracia en 1983, en medio de la más infame soledad. A  éste cronista le consta, por haberles hecho compañía alguna vez, viendo el desamparo y deshonra claudicante de los riojanos. Pero hubo alguien que las escoltó siempre y sin descanso, en estos 30 años: el testigo Ramón Olivera, que denunció a César Milani en 1984. Víctima de sus “aprietes”, por decirlo con extrema suavidad.



¿A éstas intachables personas se les podía “acusar”, torpemente de que “se unieron para concretar una operación pretendidamente taquillera”, como afirmó, desaforado, el Secretario de DDHH riojano, Domingo Bordón, otra víctima de la dictadura?... ¿Se  merecían semejantes agravios, los familiares de Alberto Ledo?



¿Es justo que una horda de imbéciles “aplaude-todo” de algunos blogs y de las redes sociales, militantes virtuales y  neuróticos defensores del gobierno y de Milani, hayan llegado a poner en dudas la desaparición de Ledo, en un espeluznante juego de espejos argumental, renovando el: “por algo será”? Algunos ni siquiera habían nacido cuando la familia reclamaba en soledad, por la aparición de Alberto Ledo. ¿Era necesario llegar a semejantes extremos de bajeza?  Hielan la sangre, algunos. ¿Se merece esto Alberto?



Se cuestionó la integridad moral de la familia Ledo. Pero lo siniestro, lo que no admite excusas, es que lo hacen personajes que se guardaron, cobardemente, durante 24 de los 30 años de democracia. Sin contar a los que aparecieron,  desde la nada absoluta, en 2003, sin la menor trayectoria en Derechos Humanos. Siempre, por lo que se ve, los mayores aplaudidores son los que se subieron al tren, cuando ya todo estaba calmo en los cuarteles.



Se puede ser cobarde. Eso lo entiendo. Todos tenemos miedo o lo hemos tenido. Lo que no se puede, es ser hijo de puta, políticamente hablando.



Por incertidumbres menores que las que generan las mentiras de Milani, se echó a la hoguera a varios civiles y militares. Milani cambió tres veces  el “relato” sobre sus inocentes excursiones pictóricas tucumanas. Ya hemos demostrado en la anterior nota,  que en los legajos se falseaban destinos militares, cuando el personaje estaba integrando  escuadrones de la muerte en zonas de combate, como los montes tucumanos. ¿Por qué habría de ser diferente la historia de Milani?



Sus muchas mentiras son las que nos hacen dudar de lo que dice. ¿Cuál será su próxima versión? Primero, ni lo conocía a Ledo y luego fue el instructor del sumario por la fraguada “deserción”. ¡Vaya soldado pavote, Alberto Ledo! Se largó a desertar sin llevarse sus lentes ni robarse una miserable latita de picadillo, para comer por el camino, pero sí se llevó un par de medias, según dijo Milani. ¿A nadie “le hace ruido la cabeza” semejante mentira? A mí, me ensordece el estruendo….



Porque elementos nuevos, que han visto la luz, nos hacen acercarnos a algo más que “dudas razonables”.  Este cronista reveló nuevas mentiras y falsificaciones, hace cuatro días: la “desaparecida” primera foja del legajo de Milani, que aportó –ya sin ingenuidad- Horacio Verbitsky a través del CELS.





"Una vez, es error. Dos veces, es coincidencia. TRES VECES ES COMPLICIDAD"





La copia del legajo de Milani, que el CELS y Verbitsky le aportaron a la Presidenta y a los Senadores, NO CONTIENE  la primera foja. Empieza directamente desde la segunda, que asienta la actividad desde el 16/10/1976, es decir, cuatro meses posteriores a la “desaparición de Alberto Ledo. (N.del A.: Puede comprobarse en la foto adjunta, con los subrayados en rojo).



 Las fechas que SÍ importan  -para saber qué hizo Milani, cuando Ledo era su asistente- son las que van entre el 01/02/1976 hasta el 29/06/1976. (N.del A.: ruego ver las notas anteriores, ya publicadas)



 ¿Por qué le mienten, Presidenta? ¿Qué le están ocultando? No estamos hablando de un papelito intrascendente. Esa primera foja “perdida” contiene 22 renglones, de los que cabe suponer, están ocupados por unos 10 cambios de destinos, contando desde el egreso de Milani como Subteniente, en diciembre de 1975. ¿Por qué Verbitsky y el gobierno escondieron la foja más importante, la que define si Milani dice la verdad?  ¿Hay ya, suficientes motivos para desconfiar abiertamente de la “historia oficial” de Milani? ¿Qué más necesitan Fresneda y Carlotto? ¿Una confesión firmada?



¿Qué "destinos" contienen esos 22 renglones "desaparecidos"?... ¿Otras actividades pictóricas en Tucumán?... ¿O algo peor? Si Milani solo andaba pintando escuelitas, ¿Qué necesidad tenían de esconder la primera foja de su legajo?



Presidenta, pida con urgencia una investigación independiente, de personalidades respetables, antes de seguir adelante con el pliego de Milani. Todos se lo vamos a agradecer, porque acá hay gato escondido.  Corrijo: Subteniente y General “escamoteados”





 A propósito: ¿Milani le dijo a Página 12 que solo había estado 40 días en Tucumán, contados desde el 20 de mayo de 1976 y que "coinciden" (¡vaya sorpresa!) con la fecha en la que cierra el sumario por la supuesta "deserción" del conscripto ALBERTO LEDO?



 ¿Y entonces por qué figura en su legajo, volviendo en "comisión" a Tucumán desde el 16/12/1976 hasta el 11/01/1977? ¿Le quedó alguna escuela sin pintar?.... ¿O alguien quería borrar los rastros de la "deserción" de LEDO?



 Fiscal Federal de Tucumán y querellantes, ahí tienen más preguntas para Milani, “El Pintor"





Más datos de Milani



El 16 de octubre de 1976, estaba en el Batallón 141 de La Rioja. El 10 de noviembre de 1976, sale de licencia anual por 30 días y la pasa en Córdoba (Cabe presumir que en la casa familiar, de Cosquín)



Hay un bache de 6 días en su legajo: entre el 10 al 15 de diciembre de 1976. ¿Qué hizo Milani en esos 6 días, que no podía "asentarse" en su legajo? No me resulta creíble que –en los años de infierno- un subteniente se tomase 6 días de jolgorio, sin que mediare una orden, autorización, etc. o una  sanción por incumplir con la fecha de presentación en su nuevo destino: Tucumán... Al final de cuentas, a Ledo lo declararon “desertor” con solo 5 días de “ausencia”.



Pero, Milani el 16 de diciembre de 1976, aparece en Tucumán, "En comisión ZO Jurisdicción BRICINCO" mediante la  "OD N° 238/76", de acuerdo a su  legajo.



El 11 de enero de 1977, regresa a su destino de La Rioja. De alli para adelante, a los fines de la "deserción" de Alberto Ledo, momentáneamente no me interesa. Más adelante, lo veremos.



Reflexiones finales



Cristina nos genera mucha confianza porque es una mujer que ha sido víctima de la dictadura.(SIC) (...) Nosotras no nos movemos así, no nos movemos con presunciones. Si aparecen nuevas pruebas contra Milani, que hasta ahora no aparecieron, la situación del militar sería otra” (Estela de Carlotto)



Entre los defensores de Milani, ¿Nadie, ¡ni uno solo! se percató de que están defendiendo al máximo jerarca de los Servicios de Inteligencia militares, de la democracia? ¿Nadie se preguntó a quienes vigiló Milani en estos pasados 30 años? No me extrañaría que sus mismos defensores hayan sido los vigilados hace 12, 20, 30 años. O lo sean hoy, lo que explicaría muchas “defensas cerradas”. Se acumula mucha información sensible, en  treinta años.



Verbitsky y el CELS -aunque a regañadientes-, terminaron reconociendo que "se equivocaron" al informar sobre Milani y sus antecedentes. ¿Cuántas veces más “se equivocaron” en estos 30 años, cada vez que evaluaron si un militar estaba “limpio” para ascender al grado siguiente? Yo, por mi cuenta y sin recursos, ya encontré dos “errores” de Verbitsky y el CELS. A uno lo mencioné en la nota anterior. El otro es peor. Ya decidiré cuando hacerlo público.


Miren la segunda foto que acompaña ésta nota: Un Alberto joven, lleno de ilusiones y con la vida por delante. Quería ser profesor de Historia. A quienes defienden a Milani, solo por verticalidad política, ¿No se les arruga el corazón, sabiendo que éste hombre podría saber la verdad? Peor aún: ¿Y si mañana la justicia demostrase que Milani tuvo algo que ver con la desaparición de Alberto Ledo?...



La frase del título de ésta nota, no es inocente. Es un dicho campestre, de uso habitual en La Rioja. Apaleando al chancho, aparecerá el dueño a ver qué pasa con su chancho que chilla.



Fiscal Federal  de Tucumán: Es su turno, señor! Todo huele feo, demasiado feo, Presidenta.... Haga algo, por favor. Gracias.

OMAR BARBERIS
Periodista (Chilecito – La Rioja)


domingo, julio 21, 2013


Milani, el pintor de escuelas.
 

"Cada uno de los hechos que estos difamadores profesionales han hecho trascender en los medios son falsos. Hace 36 años que estuve acá, tenía 21 años y estaba en la Unidad de Ingenieros de Construcciones. Estábamos en una escuela en construcción en la localidad de Monteros con máquinas y equipos viales y nuestra tarea era reparar caminos cuando sacaban la caña y pintar escuelas. A eso nos dedicamos los 40 días"

(CESAR MILANI – Radio Nacional Tucumán – 19.07.2013)
 

OMAR BARBERIS

Periodista – Chilecito (La Rioja)

omarbarberis@gmail.com                                    

 
Mientras al Desaparecido colimba riojano, Alberto Ledo, lo llevaban al monte tucumano, desplegándolo en zona de guerra, allí donde había riesgosos combates nocturnos, el entonces “Subteniente  Pintor”, César Milani, se quedaba  en el cuartel cuidando los tachos de pintura que habían llevado desde La Rioja...
 

¿Suena lógico eso?... ¿Alguien puede creer semejante versión? ¿Miente Milani?... Si lo hace... ¿Por qué lo hace?
 

Primera mentira: “Fuimos a pintar escuelas”
 

Porque, si solo fueron a pintar escuelas y a acomodar piedritas en las banquinas de los caminos, en la  bucólica versión campestre que da de sí mismo Milani, sobre su presencia en Tucumán en mayo de 1976, definitivamente algo no cierra en la historia. No cierra, por más vueltas que les dé en mi mente. Y no cierra, por algunas razones que desplegaré en ésta segunda nota.  
 

Otras, quedarán para la tercera nota, donde revelaré por qué Carlos Menem votó y volverá a votar el pliego de Milani, éste lunes 22 de julio, si es que no lo acuestan a dormir en Comisión. Al pliego, me refiero.
 

Que del asunto Milani se encarguen los que se dedican a la justicia, en el  poder judicial. Yo no lustro la soga en las horcas mediáticas, ni soy fiscal ni la poso de “periodista de investigación”. Ni nada. Que actúen quienes deben hacerlo y chau.
 

En primer lugar, afirmo que es FALSO  que los oficiales de bajo rango (un subteniente recién egresado, como Milani) no tenían participación en los combates de los montes de Tucumán, en el marco de lo que fue el Operativo Independencia, primero, y la represión comandada por el siniestro General Bussi, después.
 

No es cierto que había “excluidos” de los combates, excepto los cobardes, pero a esos los castigaban o les metían un “balazo perdido” en el monte y listo.  O los “acomodados”, que recibían un destino tranquilo, de oficinistas, cocineros o… ¿Qué sé yo?... ¿Cuidar latas de pintura y colorear escuelas?

 
Si algo caracterizó la conducta de los represores de esos años, era lo de comprometer en TODAS las acciones armadas y represivas a TODOS los oficiales.  Lo Subrayo:  A TODOS. Quien diga lo contrario, miente. Desde  el General Menéndez hasta el Subteniente Milani, todos, absolutamente todos, participaron en las acciones armadas. Cada uno, con su grado de responsabilidad y dentro de sus aptitudes. Así fuere, arrojando latitas de pintura en el monte tucumano.  No pueden negar eso, que ya fue sobradamente probado en todas las causas.

 
 Se ha testimoniado que Menéndez y Bussi ejecutaban personalmente a prisioneros inermes y que ordenaban participar a todos los oficiales, para que nadie quedase sin “mancharse con sangre las manos”. Eso, también,  está demostrado en las numerosas causas. De allí, el viscoso pacto de silencio que aún oscurece la historia. ¿Es creíble, lo que dice Milani de su propia actuación en Tucumán, a la luz de todo lo que sabemos?

 
¿A Milani nunca, ¡ni una sola vez!, un superior le ordenó entrar en combate?... ¿Nunca, “Subteniente Pintor”  Milani?. NO le creo. Así de simple. No le creo, señor. Usted está rebanando la verdad y nos sirve la lonja que mejor se acomoda a su presente, por decírselo con demasiada suavidad. Usted estuvo en zonas de combate, participó de un operativo militar que no dejó a nadie afuera de la lucha armada, así que usted miente, señor Milani.
 

César Milani dice que estuvo (junto con el Desaparecido colimba Alberto Ledo), asignado en Monteros, que está a 15 kilómetros de Famaillá, donde ya funcionaba la  "Escuelita de Famaillá", uno de los campos de exterminio más aterradores de toda la dictadura. Eso es innegable. Y el asiento de las actividades de Milani y el Desaparecido conscripto Ledo, estaban a un “salto de rana” de las zonas de combates más violentas. Y del campo de exterminio.

 
¿Resulta racional creer que Milani nunca fue convocado, ni participó en otras acciones que no fueran las de pintar escuelitas rurales y cortar el pasto a orillas del camino? ¿Qué escuela pintaba usted,  Milaní?. La de Monteros?. ¿O la de Famaillá?  Eso nadie lo explica, como si fuera un dato irrelevante. Porque si fueron a pintar “La Escuelita de Famaillá”, allí las cosas toman otro rumbo, en cuando a “su versión del relato”.  A buen entendedor…

 
A ver, los que deberían investigar las cosas en la justicia, acá va el primer dato: Busquen a la directora de la escuela de Monteros, en 1976, para que declare en la Causa Ledo y  exhiba el libro escolar donde se asentaban todas las novedades escolares. Busquen el libro y verifiquen si allí consta la presencia de Milani, pintando la escuela. 

 
¿Cómo dijo, Milani? Ah, ¿que usted no pintó en Monteros, sino en otro lado? Bueno, no importa. Que citen a declarar a TODOS los directores de TODAS las escuelas de la zona,  pidan los mismos libros  escolares y  verifiquen que es cierto lo de la pintura.  Y todo queda en claro y seguimos de amigos.
 

Porque en esos libros, los docentes acostumbraban a escribir cosas como: “Con la inestimable colaboración del Subteniente César Milani y el Conscripto Alberto Ledo, se ha pintado nuestra escuelita entre los días tal y tal” ¿Vio, Señor fiscal del Juzgado Federal de Tucumán qué fácil es verificar la veracidad de  una historia, sin necesidad de recurrir a archivos ultrasecretos de la dictadura? Solo basta con meterle un poquito de empeño al trabajo.
 

Porque si no encuentra a la directora, encontrará a una maestra, o al ordenanza, o a algún alumno que los haya visto trabajar. Además del libro, que está en la escuela.  Testigos le van a sobrar, para probar que Milani pintó la escuela. Porque pintaron en mayo y debe haber habido clases. Salvo que Tucumán pertenezca a otro planeta. ¿Mañana, entonces,  queda probado que Milani SOLAMENTE pintó escuelas, en su paso por la zona de guerra de Tucumán? Perfecto. Será un placer retractarme de lo que estoy diciendo acá.
 

Si no lograsen encontrar a nadie que atestigüe que Milani y Ledo pintaron escuelas, entonces el señor Milani tendrá que ser más concreto en sus explicaciones y dejar de esconderse en febriles complots antigubernamentales.

 
 Porque, en esos años y en ESE contexto, era muy frecuente que en los legajos se asentasen falsas comisiones de servicios, para ocultar los verdaderos destinos. Seguramente en el legajo de un fulano como Astiz, figura: “En comisión en el club náutico, para reparar botes”, o… “En comisión en el aeropuerto, ayudando al mantenimiento de aviones”,  mientras estaba en la ESMA. O algo por el estilo.

 
Cuidado y a no confundirse: Yo NO estoy afirmando que Milani participó activamente en actos represivos. Estoy dudando de su versión y en estos delicados temas, todos tenemos derecho a ser desconfiados, y a pedir detalles minuciosos. Porque se fueron desde La Rioja a Tucumán, pero volvieron sin un colimba que estaba bajo sus responsabilidades. La de Milani, o la de…¿Quién era el superior de Milani?. ¿Por qué nunca se investigó eso, si todos provenían de acá, desde el Batallón 141 de La Rioja?...


Huele fea, la historia. Huele demasiado  feo todo. El señor Verbitsky dice que ellos no tienen ningún dato. ¡Vaya cosa! El Secretario de Derechos Humanos de  La Rioja, solo atina a pegar plaquitas recordatorias por todos lados, en lugar de promover la investigación a fondo de los hechos que constan en sus archivos, largamente denunciados en 30 años.  Ya basta de hipocresía y empecemos a hablar en serio.
 

Segunda mentira: Que un Subteniente no tenía colimba asistente.

 
Se aseveró con mucha liviandad, (y los tontos aplaude-todo dieron por cierto), que un subteniente del ejército no tenía “asistente”. Es cierto. Ningún colimba era “asistente” con cargo y decreto de designación. En esos años y en ese contexto, era habitual que un oficial, (así fuere un subtenientito de morondanga), tuviera lo que se llamaba “Un chépibe”. “Che, pibe, andá a comprarme cigarrillos”… “Che pibe, planchame la camisa”…. “Che pibe, traeme esa carpeta”.
 

El colimba era el “chépibe” de los oficiales. Y eso, en la colimba, era normal y muchos colimbas lo buscaban, para hacer más aliviada su carga. No es descabellado pensar que un “subteniente pintor” como Milani, haya elegido a alguien de su misma edad y con formación universitaria, para que le sirviera de asistente, como Alberto Ledo.  

 
Acá el punto es otro. Si Ledo asistía o era el “che pibe” del subteniente Milani, éste tenía responsabilidad (como oficial y superior inmediato) sobre la vida y la seguridad del Desaparecido conscripto Ledo. O, al menos, entre tanta convivencia – cabe suponer- habría desarrollado algún tipo de afecto o amistad. ¿Nada, Milani?.  ¿Para usted su asistente era un objeto?.. ¿No le conmovió en lo más mínimo, o le afectó que su subordinado “desertase”, así, sin causa alguna? ¿Es creíble usted, Milani, cuando se desentiende del asunto?

 
¿Suena racional que  al  “desaparecer” Ledo en el monte, en una salida nocturna a zona de combates, Milani haya seguido dedicado al arte pictórico escolar y desconociera qué había ocurrido con su asistente? Dicho en buen criollo: ¿Alguien cree veraz que Milani se hizo el pelotudo y siguió dele darle a la brocha gorda, como si nada? ¿Alguien cree, pobre ingenuo, que esa puede ser la verdad? Porque si lo cree, acá viene  la:

 
Tercera mentira: “No sabe/no contesta”.

 
Milani dijo que estuvo destinado en el batallón de Ingenieros de Construcciones 141 con sede en La Rioja pero en “comisión en Tucumán”, entre el 1 de febrero de 1976 y el 6 de febrero de 1977. El capitán Sanguinetti era su superior.  Pero, en otro lado, dice que fueron destinados desde el 20 de mayo de 1976.  Dos contradicciones: En sus declaraciones en Tucumán del pasado viernes, dijo: A eso nos dedicamos los 40 días".

 
Yo le creo a Milani, fíjense ustedes. Durante 40 días pintaron escuelas. ¿A ver?... dame unos minutos… Dejame sacar mejor la cuenta: 40 días contados desde el 20 de mayo de 1976, van a caer… a ver,. A ver….  Caramba!... Concluyen el 29 de junio. Pero al conscripto Ledo lo dan por “desertado” el 17 de junio, es decir, doce días antes del final de las pintadas escolares. No me cierra, pero sigamos.

 
Desde el 29 de junio de 1976, hasta el 1° de febrero de 1977, cuando concluye su destino en Tucumán…. ¿A qué otras actividades se dedicó usted, señor Milani? Porque ya se le había acabado la pintura, como usted mismo dijo.

 
Fea pregunta, ésta… Muy fea pregunta… Que la conteste Milani, señor fiscal Federal de Tucumán. Es una pregunta simple y podrá responderla adjuntando la documentación probatoria y citar a todos los testigos que quiera Milani, para demostrar que estoy mintiendo. O que estoy haciendo elucubraciones afiebradas, pagado por algún opositor al gobierno.

 
Cuarta mentira: El capitán Sanguinetti.

 
Hay conscriptos testigos de que a Alberto Ledo lo llevaron tres veces en incursiones nocturnas en zonas de combate, en pleno monte tucumano. Eso es un hecho y no una divagación opositora de tiempo electoral. Los nombres están en documentación obrante desde 1984, así que no puede atribuírselos a  “campañas de desprestigio”.

 
Las tres veces, al mando de la excursión campestre, estaba el Capitán Sanguinetti, reiteradamente mencionado en varios testimonios.  En la tercera “salida”, Ledo ya no regresó y, al día siguiente, livianamente se dijo que había desertado.  Cosa rara, pero vamos a darlo por cierto. Si lo fuera, siendo Ledo el subordinado de Milani, ¿Cabe creer que nadie le metió una sanción a Milani por haber cobijado a un “desertor” como asistente? ¿Alguien cree eso? Que lo pregunte la justicia tucumana, así nos sacamos la duda todos.

 
Pero hay una mentira más grande, aún. ¿Pueden creer que haya venido el capitán Sanguinetti, tres noches, a llevárselo a Ledo y haya dejado a cuidar las latas de pintura al superior inmediato de éste, que era Milani?

 
¿¡Alguien cree semejante mentira!?
 

¿Cómo hacemos para saber la verdad histórica?. Muy simple, señor fiscal Federal de Tucumán: pida la información al distrito Militar La Rioja, donde está archivada la situación militar de cada colimba, con sus destinos y comisiones y bajo qué mandos estaba cada uno. Y verifique quién miente.  La información de los Distritos Militares no es secreta ni necesita autorización de nadie para pedirla. Simplemente, haga el trámite procesal necesario para que se la proporcionen. Y, con esa información clave en sus manos, cite a declarar a todos los conscriptos que, junto a Ledo, estuvieron en Tucumán en esas fechas. Y veremos qué salta de ahí. Porque van a saltar chorros de pus, apenas toque el punto de la infección.

 
Algunas consideraciones finales:

 
Tiene razón el ministro de defensa, Agustín Rossi,  cuando se muestra -sin ingenuidad-,  "sorprendido" por las denuncias contra Milani, teniendo en cuenta que se trata del "cuarto ascenso" del militar en su carrera sin ningún cuestionamiento anterior. Es cierto, Rossi, tiene usted razón. Solo que olvidó el dato principal: ésta historia del Conscripto desaparecido, que era asistente de Milani, fue prolijamente ocultada hasta hace poco, por el señor Horacio Verbitsky, pese a que en el CELS obraba, desde hace 29 años, una copia del “Informe Final de la Comisión de Derechos Humanos de La Rioja”, iniciado en 1984 y  difundido en 1985.

 
El CELS recibió una copia de dicho informe, enviada por la Comisión Investigadora, en 1985. ¿Por qué nunca lo consultó? Que lo explique Verbitsky.

 
Que a Verbistky se le han pasado de largo varios elefantes rosados agarrados de la colita, yo se lo puedo demostrar con un simple Decreto del PEN: el 1441 del 30/07/1990, publicado en el boletín Oficial de la Nación, en su edición N° 26.941 del 07/07/1990. Allí, se declara apto para el ascenso al grado de Coronel, a un personaje que existe denunciado varias veces.
 

Esa fila de elefantes que pasaron bajo las narices de Verbistky, me hace desconfiar de la certeza y veracidad de sus “informes”, cuando afirma que no existen causas ni denuncias contra Milani. Tal vez es cierto.  No las hay abiertas, pero ya estaba DENUNCIADO  hace 29 años, por un ex preso político (Ramón Olivera) y cualquier curioso puede verificarlo en la página 327 del libro que ahora todos ven, pero  está en la foja 170 del informe ORIGINAL, cuya copia estoy mirando.

 
¡Vaya hombre capaz de anticiparse 29 años a los hechos, este tal Olivera!.  Ya estaba listo para joderle el ascenso a Milani,  desde el 21 de agosto de 1984, seguramente adivinando que éste sería el futuro  jerarca militar  del “ejército nacional y popular” que dice comandar.
 

Seguramente a Olivera ya lo bancaban “las corpos para perjudicar la revolución de Cristina”,  fétido argumento con el que un desorbitado ex preso político increpó a Olivera, el pasado 17, cuando Milani estuvo frente al  Juzgado Federal de La Rioja.  O, como afirmó el Secretario de DDHH de La Rioja,  para “concretar una operación pretendidamente taquillera”. Palabras que me hicieron correr un sudor helado por la espalda.

 
Hasta esos extremos hemos llegado. A cuestionar a alguien como Olivera, militante de los DDHH  desde siempre (y no como los fervorosos “recién llegados” desde 2003) y de los escasísimos riojanos que acompañó a las solitarias Madres  de Plaza de Mayo riojanas, (línea de Hebe de Bonafini), entre las cuales  está la digna Señora de Ledo, mamá de Alberto.
 

Bienvenido sea éste repentino despertar del letargo, y esas ganas de investigar en el pasado de la represión de La Rioja. El Informe de 1984, rebosa de nombres. Entre ellos, y solo a modo de ejemplo, el de un “Agente de Reunión de información”, que revistaba en el Batallón 601 de Inteligencia y que es el padre de un encumbrado funcionario que hoy declama Kirchnerismo a los cuatro vientos. Acá en La Rioja todos sabemos de quién hablo, pero se hacen los tontos, los que deberían actuar.

 
Rara red la que utilizan en sus excursiones de pesca de represores, tanto Verbistky como el Secretario de DDHH de La Rioja: dejan pasar a los tiburones que comandaron torturas, asesinatos y delaciones y solo atrapan a las gordas y fáciles “ballenas” emblemáticas como Menéndez,  Videla, y los mismos de siempre. O mojarritas, como un colimba condenado, tiempo atrás.
 

Como siempre. Como la brutal historia de ésta Rioja heroica y castigada, lo demuestra en cada hojear de página, desde donde gotea la sangre de tantos mártires.

LA PRIMERA NOTA PUEDE DESCARGARSE DE:



martes, julio 16, 2013

Verbistky miente: Milani perteneció al Batallón 601 de Inteligencia.

                                               OMAR BARBERIS
                                              PERIODISTA
                                               Chilecito (La Rioja)
                                               omarbarberis@gmail.com
 
16/07/2013 a las 14:53 h
 
¿O pretenderán que silencie estas cosas por ridículos prejuicios partidistas? Mientras los ideólogos sueñan, gente más práctica tortura y mata. Y eso es concreto, eso es urgente, eso es de aquí y ahora.
 
Puedo, si es necesario, renunciar o postergar esquemas políticos cuya verdad es al fin conjetural. No puedo, ni quiero, ni debo renunciar a un sentimiento básico: la indignación ante el atropello, la cobardía y el asesinato.
RODOLFO WALSH
 
 Yo no voy a prestarme al sucio juego de una campaña electoral, pero hay datos que son irrefutables. Desde hace unos años, todos los Periodistas que tenemos compromiso con la defensa de los Derechos Humanos, actuando en muchas formas para difundir la información, contamos en nuestro archivo con los 3 tomos del listado de TODOS los informantes o empleados del siniestro Batallón 601 de Inteligencia.
 
La designación de César Milani  como Jefe del Ejército, nos dejó en una encrucijada: preservar al gobierno que más hizo en defensa de la Memoria y la Justicia, con los crímenes de la dictadura cívico-militar, o decir la verdad, cuando estamos -honestamente- convencidos de ella.
 
No es cierto lo que dice Horacio Verbitsky, y el CELS.  Es falso. Milani SÍ figura en los archivos de la represión. No figura denunciado. Figura mencionado en dos lugares:
 
1.- En el Informe de la Comisión de Derechos Humanos de La Rioja, de 1984 (insospechada de ser una "operación de Clarín o La Nación" como algunos descalifican), mediante un testimonio que tengo a la vista (el de Olivera)
 
2.- En las listas del Batallón 601 de Inteligencia, cuya captura de pantalla adjunto a ésta nota. Milani figura en la primera página,  tercera columna, cuarto lugar, contando de abajo hacia arriba, del primer tomo. Ahí encontramos a un "MILANI, CESAR SANTOS" con el grado de "TEN. PRIMERO"
 
 Salvo que se trate de una increíble coincidencia, creo que estamos hablando de exactamente el mismo personaje: el que estuvo acá en La Rioja, en el Batallón 141, y que tenía bajo su mando, como asistente,  al Desaparecido conscripto Riojano ALBERTO LEDO. Después, ambos,  destinados en Monteros, Tucumán, entre el 20 de  mayo de 1976 hasta la fecha oficial de la "desaparición" de Ledo: el 17 de junio de 1976.
 
 El CELS y Verbitsky sostienen impunemente que:
  (...)"Quisiéramos aclarar que la información que el CELS releva y registra está relacionada con su misión de defensa de los derechos humanos y está compuesta por la documentación producida por las víctimas del Estado terrorista, sus familiares y los organismos de derechos humanos; por el litigio de las causas que tramitamos en instancias nacionales e internacionales; por material de los medios de comunicación, bibliografía especializada en la temática, como el libro de José Luis D'Andrea Mohr, “El Escuadrón Pérdido”, el Informe Nunca Más de la CONADEP, entre otros. Consideramos que nuestra información es complementaria a la que puedan producir los organismos estatales a partir de sus propias investigaciones basadas en documentos oficiales, testimonios, legajos personales de las Fuerzas Armadas, legajos CONADEP, entre otros registros públicos. En este sentido, sería procedente que se solicite toda la información producida por estas reparticiones que refiera a los mencionados oficiales.
 
Tampoco hay datos sobre los oficiales en nuestros registros sobre imputados en causas en curso por delitos de lesa humanidad en todo el país. Este es un registro que el CELS elaboró en 2007 para el seguimiento del proceso de justicia, y se nutre de resoluciones del Poder Judicial e información de prensa nacional y provincial. También en éste caso entendemos que esta información debe complementarse con otros registros similares, como el de la Unidad Fiscal de coordinación y seguimiento de causas sobre el terrorismo de Estado de la Procuración General de la Nación, y con solicitudes de información a los juzgados que tramitan estas causas en las jurisdicciones en las que se desempeñaron los oficiales."
(FUENTE: http://www.cels.org.ar/common/documentos/20130712%20Respuesta%20Senado%20cambio%20de%20la%20cupula%20de%20las%20FFAA.pdf)
 
 Por otro lado, Verbitsty en réplica a La Nación, sostuvo:
 
 
(...) "En el caso mencionado se procedió de acuerdo a esa pauta, que el CELS sigue desde 1984, y remitió a la Comisión de Acuerdos del Senado la información en su poder (disponible: http://bit.ly/1azmdws) sobre los cuatro militares propuestos por el Poder Ejecutivo Nacional para ascender al grado superior de acuerdo al procedimiento de ascensos. En esa presentación, el organismo comunicó que no existe en sus archivos información que vincule a los oficiales César Santos Gerardo del Corazón de Jesús Milani(...) con violaciones a los derechos humanos o acciones contra el orden democrático."
(FUENTE: http://www.agenciapacourondo.com.ar/secciones/ddhh/12207-caso-milani-verbitsky-le-contesta-a-la-nacion.html)
 
 Definitivamente, para Verbitsky y el CELS haber revistado en la dictadura en el 601 de Inteligencia, era algo irrelevante que no configuraba una…¿Cómo dicen?. “acciones contra el orden democrático” (SIC) En esencia, El CELS y Verbitsky han ignorado descaradamente el informe riojano sobre violaciones a los Derechos Humanos, que tenemos editado desde 1984, acá. Quién esto escribe, desde la función pública en la que se desempeñaba en esos años, fue el responsable de la difusión del informe, por lo que puede dar fe de su veracidad. Al CELS, si no recuerdo mal, en esos años se le envió copia de dicho informe, desde la propia comisión Investigadora, lo que puede verificarse entrevistando a sus integrantes de entonces.
 
 Mentir para ocultar las propias torpezas, bajo otras circunstancias, podría ser aceptable. Todos cometemos errores y nos equivocamos. Yo mismo, podría estar cometiendo uno en éste momento y me rfectificaré con gusto, si se trata de un homónimo. Pero, descalificar HOY, un Informe absolutamente decente, a la luz de las conveniencias políticas, es de una bajeza que no se puede dejar pasar en silencio.
 
 Todos los Periodistas y militantes políticos tenemos límites éticos y morales. ESTE es el mío. No puedo consentir con mi silencio, la manipulación de la verdad histórica, en aras de... ¿Qué cosa? ... ¿Sostener una postura política?.... ¿Engañar miserablemente a personas de intachable conducta como Estela de Carlotto, que sale a defender la designación de Milani, confiada en la información que "organismos compañeros" le proporcionaron mintiendo?
 
 “Nos pusimos a investigar y un organismo compañero, el CELS, descree que haya tenido participación en el Operativo Independencia”, aclaró.
 
A ésta información le agrego la existencia de Milani en las listas del Batallón 601 de Inteligencia.
 
Desconocer tantos datos, sencillamente, es mentir con descaro.
 
Aclaremos para que no hayan dudas: NO acuso  a Milani. NO me consta que haya tenido que ver con la desaparición de su subordinado, el conscripto Ledo. NO me consta que haya incurrido en violaciones a los DDHH. NO me consta que haya participado en la represión en Tucumán. SÍ me consta su condición de integrante del Batallón 601.  SÍ me consta su mención en el Informe de la Comisión de DDHH de La Rioja, en 1984.
 
 Con eso basta y sobra como para que el señor Milani, comience a dar explicaciones en el único lugar que corresponde. Y que no son los medios de comunicación. “Lo demás, en este preciso instante, no me interesa".