martes, noviembre 09, 2010

SOY EL "POLICIA DE CAMINOA"





































Soy el "policía de Caminoa"

Omar Barberis
Periodista
Chilecito
omarbarberis@yahoo.com.ar


Frente a la contundencia de las "pruebas" presentadas y la esplendorosa credibilidad de mis denunciantes, confieso públicamente que soy "el policía de Caminoa".

Además -en tren de revelaciones- digo que también soy agente secreto de Nikolai Aleksandrovich Romanov, más conocido como Nicolai II, hasta que Vladimir Ilich De Leonardi y Lev Davídovich Trotsky (más conocido como "Carlos De Feo") me desenmascararon públicamente, frente a los millones de chileciteños que desbordaron la plaza y varias cuadras de los alrededores, para repudiar al Ing. Caminoa, Rector de la Universidad de Chilecito y -ya que estaban- escracharme a mí, Omar Barberis, Periodista de Chilecito.

Mariconazos como son, Carlos De Feo y Rogelio De Leonardi me insultaron desde lejos, BIEEEN lejos y a buen resguardo, detrás de un círculo de unos 8 matones sindicales, todos venidos de afuera, que me rodearon con ánimos agresivos. Los custodios de la patota de la CONADU nacional, para ser precisos. Como ni los conozco -ni sabía de sus sórdidas existencias hasta el pasado miércoles- debo publicar sus fotos, para que alguien me diga quienes son, porque ni al tal De Feo le conozco. Y no perdí nada, por lo que pude apreciar, luego de los eventos.

Para los que no supieron lo ocurrido, permítanme relatarles mi humilde versión de los hechos. El domingo, me llegó un mail de éste “remitente”:
UNdeC - Invitacion domingo, 31 de octubre de 2010, 22:26
De: Este remitente está verificado por DomainKeys "Beatriz Portinari"
prof.beatrizportinari@gmail.com Para: omarbarberis@yahoo.com.ar

Lo firmaba alguien que decía ser: “Prof. Beatriz Portinari de García” y me invitaba a cubrir una conferencia de prensa y acto contra Caminoa. Como soy Periodista desde hace 38 años, allá fui. Grabador y cámara fotográfica en mano, temibles “armas” para algunos farsantes, en manos de un “Caballero de la Triste Figura” tan peligroso como quien esto firma.

Por resultarme conocido el nombre de quien me invitaba, se me ocurrió "Googlearlo": Era falso. "Ummm, mal comienzo", me dije. Beatriz Portinari fue la musa inspiradora del Dante Alighieri. De allí, que me "sonaba". Así que, ante semejante posibilidad (¡¡ver a alguien nacida hace más de 700 años!!), allá fui, Periodista esperanzado en entrevistar a tan longeva dirigente gremial. Supuse -gran ingenuo- que la tal Beatriz le habría hecho piquetes al mismísimo Belcebú y aceptaría que la reporteara. “Pavada de nota”, imaginé como tonto.

En mi travesía al acto contra Caminoa, ya en la plaza, pasé frente al Octavo Círculo y miré de reojo a "los pecadores que usaron la malicia, de modo fraudulento contra los que no son de su confianza". Me asomé a la Quinta Fosa, donde reconocí a varios "malversadores, aquellos que tomaron provechos ilícitos de sus cargos públicos". Al bordear la Sexta Fosa, pude avistar a un par de "hipócritas, agobiados por los malos pensamientos". En el fondo de la Novena Fosa, empecé a ver varias caras conocidas: "los sembradores de la discordia". En la Décima Fosa, allí estaban, prestos a hacer sus discursos: "los falsificadores", exhibiendo sus “horribles enfermedades que les deforman“. Y allí, recién en el Noveno Círculo, encontré lo que buscaba: los "culpables de fraude y la malicia, pero esta vez contra los que confían". Todo esto que relato, lo supe después, al reflexionar sobre lo ocurrido.

Hablando en serio, pasé por la plaza, llegué a UNDEC, fui al baño, tomé agua, saludé a un amigo en la entrada y allí me quedé. Eran las 19, “la hora señalada” para la manifestación. Como no había más que tres dirigentes en el lugar del acto, tomé la pésima decisión de esperar que llegaran los manifestantes, recostándome contra el ángulo de la entrada de la UNDEC, por la simple razón de que allí me quedaba cómodo para ir al baño, si tenía ganas. ¿Suena idiota, verdad? Recién ahora lo sé. En ese momento, ni remotamente podía imaginar que eso me convertiría en el culpable del Diluvio Universal, el Big Bang... este… ¿Qué más? ¡Ah!, y en “el policía de Caminoa”.

Desde allí, matando el tiempo, tomé fotos de la plaza, la calle, la gente que pasaba por la vereda, a la vista de todo el mundo y sin ocultamientos. A tal punto llegó mi ingenuidad, que ni me había percatado de que era el blanco de las iras crecientes (miren las fotos y los gestos), de algunos de los concurrentes, que a unos 50 metros de distancia, me filmaban y tomaban fotografías. Un amigo me avisó, pero creí que bromeaba.

Al rato, me percaté de que era cierto: 3 traperos sindicales, desconocidos para mí, ostensiblemente me tomaban fotos, me filmaban y uno de ellos (el gordo maricón de pelo negro y barba) me hizo un gesto amenazante, visible en la foto que alcancé a tomarle. Escuchen el audio que puse en los sitios Web donde estoy difundiendo todo el material (
http://www.noti1.com.ar y http://omarbarberis.blogspot.com). Podrán verificar que no miento. Me crucé hacia la plaza, ofreciéndoles que me tomen las fotos más de cerca. Mis modales no fueron delicados, como hace un hombre que debe enfrentar, solitariamente, a matones en grupo. Los cobardes no. Ellos actúan en manada, como lo hicieron los de CONADU. Ese fue el primer incidente, que no pasó de una fuerte discusión.

Al comenzar el acto, volvió el maricón de barba, con una mujer gorda y una mariquita de camisa celeste y pelo enrulado, a provocarme. Miren las fotos, que no mienten. Yo seguía apoyado en el mismo rincón en el que esperé que se iniciara el acto. No les di bola y se fueron.

Empezaron los discursos y crucé hacia la plaza, grabador encendido, a registrar los discursos. Cuando mi amigo “Pichico” Moreno, me escrachó, me causó gracia, pero no creí que fuera grave. Yo había tomado algunas fotos DE LA GENTE DE ESPALDAS. Esa fue mi perdición. Si escuchan el audio, podrán corroborar mi reacción, se escuchan las voces de la patota cuando se me vienen encima agresivamente, los insultos y amenazas. El incidente, por milagro, no pasó a mayores. Del audio que podrán escuchar, solo reservé el tramo con las amenazas de muerte, porque eso tendrá un tratamiento legal, cuando yo considere que llegó el momento.

El otro maricón -el tal De Feo- me insultó en su discurso y en notas posteriores, lo que me convirtió en el blanco de palabrotas, bombos y gestos amenazantes. Otro payaso fanfarrón, guarecido entre los brazos de sus custodios, fue el mariconazo de Rogelio De Leonardi, quien, exhibiendo su cerebro de ameba, en el discurso me trató de policía y en una entrevista radial dijo lo contrario: que me conocía de mi desempeño como Periodista. Lo que es cierto, ya que le entrevisté varias veces en los últimos 25 años.

Lo concreto, es que fui el blanco de las iras y conatos de agresión de una patota de custodios y dirigentes de la CONADU nacional, mandados por Carlos De Feo, como atestiguarán oportunamente las personas que vieron los incidentes y se ofrecieron a relatarlos en la justicia. Yo no pude ejercitar libremente mi oficio de Periodista, grabando entrevistas, discursos y tomando fotos de un acto público en un espacio público. No me voy a meter bajo las polleras de la Libertad de Expresión, ni de la de Prensa, ni las pelotas. No lo necesito. Frente a los matones, esas cosas no funcionan.

¿Me acusaron de policía? Vaya tonto, el acusado (yo). Un policía -imagino- registra los rostros y cuenta a las personas para poder informar. Yo no hice ni una cosa ni la otra. Un amigo, al enterarse de lo sucedido, reflexionó: “¿porque alguien -(De Feo, De Leonardi)- que tiene un cargo dentro del sistema institucional usa la figura del policía, para agraviarte?, ¿Será que en el fondo se sienten delincuentes y por lo tanto temerosos de la imagen del que debería custodiar a los buenos y combatir a los malos y a los delincuentes y a los amedrentadores”? Mi amigo la vio con una claridad meridiana. Hago mía su reflexión.

Las fotos que todos podrán ver, no mienten y las respuestas, cuando se me preguntó, tampoco: sigo sin saber cuánta gente concurrió al acto. Sí sé que no fueron muchas, si me guío por lo que veo en las fotos. No fueron "cientos", como macanea el comunicado de prensa de CONADU, y el monigote de De Feo. Ni "millones", como ironicé antes.

Acá ocurrió el clásico problema de los que dicen hablar en nombre del pueblo y no los vota ni su abuela: justifican su nula convocatoria echándoles culpas a otros. Ésta vez, me tocó a mí. Así que eso de que mi “intimidante presencia” motivó la masiva ausencia del pueblo chileciteño, es una burla a la inteligencia de las personas. Acá somos pocos y nos conocemos.

Descontando alumnos secundarios, "dirigentes" nacionales y provinciales de irrelevante incidencia en las urnas, matones, custodios, curiosos que pasan y se quedan a mirar, resulta que la convocatoria no llevó ni a los escuálidos seguidores de De Leonardi, quien habla "del pueblo" como si millones le siguieran. Lástima, las urnas siempre le dan la espalda a éste chapucero político. Las urnas y la calle. El acto del miércoles, fue contundente. No le dio bola nadie. Había más matones que personas.

Sí quiero decir que nunca me ocurrió que, en La Rioja, se me impida trabajar, atacándome en manada y amenazándome. He trabajado y seguiré haciéndolo, libremente, como estoy acostumbrado. Si De Leonardi es un cobarde que agravia de lejos y arrullado entre los musculosos brazos de custodios, allá él. A mí ni me preocupa que me adjetive un miembro del partido que apoyó a Videla, al día siguiente del Golpe del 24 de marzo de 1976. Al contrario. Me sentiría profundamente deshonrado que un cómplice político de la dictadura, me apoye.

Y al mariconazo de Carlos De Feo, el Don Corleone de la CONADU, le digo públicamente: vení cuando quieras, capón. Te espero. Veamos cuán hombre sos, con y sin custodios. Quiero ver si te animás a venir de frente y no a insultarme desde lejos, como lo hiciste el miércoles. Soy Omar Barberis, soy Periodista, vivo y trabajo en Chilecito. Te espero, De Feo. No olvides que soy el “policía de Caminoa”, payaso.