viernes, noviembre 10, 2006

“Se acabó la leche de la clemencia”

Nota del autor publicada por el diario El Independiente, en su edición del 13 de junio de 2006.
http://www.elindependiente.com.ar/diario/archivo/noticias_v.asp?89496


“Se acabó la leche de la clemencia”

Por Omar Barberis
Periodista – Chilecito
omarbarberis@yahoo.com.ar


"¿Cómo podría mirar con honor a la cara de las esposas y madres de mis soldados asesinados? Yo no soy un revolucionario de café".
General Juan José Valle, despidiéndose de su hija Susana, antes de ser fusilado.
“Quería encontrar la respuesta a esa pregunta: ¿qué significaba ser peronista? ¿Qué significaba este odio, por qué nos mataban así? Tardamos mucho en comprenderlo, en darnos cuenta que (…) el odio que ellos nos tenían, era el odio de los explotadores por los explotados”.
Julio Troxler, sobreviviente de 1956 y asesinado por la Triple A en 1974.
La frase del título de esta nota —esa de “la leche…— quedó en los anales de la más repugnante infamia política argentina, y la dijo el miserable Américo Ghioldi —máximo jerarca del Partido Socialista— al celebrar los crímenes.
Las otras dos frases permanecen en el legado de coraje de las víctimas.
Contemos la historia para los jóvenes, al cumplirse los 50 años de los fusilamientos del 9 al 12 de junio de 1956.
Perón y un gobierno elegido por el pueblo, son derrocados el 16 de setiembre de 1955, por un golpe cívico-militar, instigado por “el batallón de empujadores”, como les decía Arturo Jauretche a los civiles que azuzaron a los sectores más gorilas y antipueblo de las Fuerzas Armadas.
Más de cien mil dirigentes obreros son destituidos. Grupos civiles, entre los que se encuentran conservadores, radicales, socialistas y comunistas, asaltan sindicatos. Se desata la cacería: funcionarios, dirigentes políticos, empleados públicos, educadores, gremialistas, militantes y simples simpatizantes son perseguidos y encarcelados; aumentan las denuncias sobre torturas brutales. Eran tantos los presos, que los golpistas reabrieron el terrible penal de Ushuaia.
El golpe —como cada sedición cívico-militar de la historia argentina— vino para implantar nuevamente el modelo de entrega del patrimonio nacional, demoliendo las conquistas sociales y laborales del peronismo derrocado. Los grandes empresarios y terratenientes recuperan sus grandes negociados con las potencias extranjeras. La antipatria de 1930, regresa en 1955. Volverá a hacerlo en 1966 y 1976.
Para que los jóvenes comprendan la magnitud de la infamia golpista, sobra con esta anécdota: La Ciudad Infantil Evita es arrasada y se clausura la Fundación de Ayuda Social Eva Perón. El militar que asume como interventor elabora un informe en el que menciona el “derroche peronista que significa darles de comer carne y pescado todos los días a los chicos y, además, bañarlos y ponerles agua de colonia”. ¿Hoy suena ridículo, verdad? Esa era la calaña de los "democráticos libertadores"...
Frente a tanta ignominia, desconocidos obreros y militantes inician la Resistencia Peronista. Con sus dirigentes encarcelados, los humildes asumen la lucha. Como siempre
Desde los más profundos rincones, desde el fondo de los barrios y fábricas, surgen miles de seres anónimos, en una rebelión popular que no tiene semejanza en la historia nacional. Había que enfrentar a la dictadura. Y lo hacen con un coraje incomparable. Infinidad de desconocidas historias de heroísmo, se tejen en esos años.
En la noche del sábado 9 de junio de 1956, militares y civiles peronistas, armas en mano, intentan recuperar el Gobierno.
Escuchemos el relato de un periodista, Roberto Bardini: "Los generales Juan José Valle y Raúl Tanco, junto con el teniente coronel Oscar Lorenzo Cogorno, encabezan una dispersa rebelión cívico-militar que tiene sus focos aislados en Buenos Aires, La Plata y Santa Rosa, capital de La Pampa. El intento es abortado en unas cuantas horas y concluye en un baño de sangre". (...).
El domingo 10 de junio, a menos de veinticuatro horas del levantamiento peronista y cuando ya no existen focos de resistencia, el gobierno de facto encabezado por el general Pedro Eugenio Aramburu y el almirante Isaac Rojas lanza el decreto Nº 10.364, que impone la ley Marcial. La pena de muerte debía hacerse efectiva a partir de entonces. Sin embargo, se aplica retroactivamente a quienes se habían sublevado el sábado 9 y ya se han rendido y están prisioneros.(...).
Aramburu, un católico a ultranza, no tuvo la más mínima piedad cristiana con sus camaradas de armas alzados. Se dice que lloró al firmar —junto a Rojas y otros tres militares de alta graduación— la pena de muerte de Valle, quien había sido su compañero (y amigo) en el Colegio Militar. No obstante, cuando la desesperada esposa del oficial condenado a morir fue a la residencia de Olivos a suplicarle que lo perdonara, le informaron que el presidente de facto no la podía recibir porque se encontraba descansando”.
Veintisiete militares y civiles son fusilados en seis lugares distintos. Uno de los asesinatos de civiles fue en los basurales de José León Suárez, cuya crónica se conoce gracias al mejor libro argentino de investigación periodística: "Operación Masacre", de Rodolfo Walsh.
Los pelotones de ejecución gastan más cartuchos que los que alcanzaron a disparar los rebeldes condenados. Hacía cien años que en Argentina no se fusilaba a alguien por motivos políticos. La Revolución Libertadora comienza a ser conocida como la "Revolución Fusiladora".
Antes de enfrentar al pelotón, el general Valle le escribe a Aramburu: “Dentro de pocas horas usted tendrá la satisfacción de haberme asesinado. (...) Con fusilarme a mí, bastaba. Pero no, han querido ustedes, escarmentar al pueblo, (...) y desahogar una vez más su odio al pueblo.
De aquí esta inconcebible y monstruosa ola de asesinatos. Entre mi suerte y la de ustedes, me quedo con la mía.
Mi esposa y mi hija, a través de sus lágrimas verán en mí un idealista sacrificado por la causa del pueblo. Las mujeres de ustedes, hasta ellas, verán asomárseles por los ojos sus almas de asesinos. Y si les sonríen y los besan, será para disimular el terror que les causan.
Aunque vivan cien años, sus víctimas les seguirán a cualquier rincón del mundo donde pretendan esconderse. Vivirán ustedes, sus mujeres y sus hijos, bajo el terror constante de ser asesinados".
El estigma de la sangre manchó las manos de los criminales (civiles y militares), por el resto de sus vidas, tal como lo dijo Valle. Por ejemplo, el “socialista” Américo Ghioldi después fue embajador en Portugal de la dictadura que inició Videla en 1976. ¿Coincidencia o coherente línea de conducta, eso de ser cómplice en golpes de Estado y derramamientos de sangre a cambio de un cargo? Que lo respondan los actuales jerarcas del Partido Socialista. Si es que pueden…
La Resistencia Peronista continuó hasta 1973, sostenida por esos anónimos obreros y militantes, pero esa ya es otra historia.
Como dijo días pasados el notable periodista Enrique Oliva: “Cuando se dice Resistencia Peronista (y con mayúsculas), es porque sus iniciadores fueron exclusivamente peronistas. Los demás partidos políticos, sin excepción, aplaudieron la caída del gobierno popular y colaboraron en la Junta Consultiva avalando sus atropellos. (…)
A los justicialistas no se les reconocía ni siquiera la más mínima condición de ser humano y en esa tarea contribuyeron todos los partidos políticos, las corporaciones económicas. La Iglesia, silencio absoluto. (…)
En el reciente acto de Plaza de Mayo del 24 de marzo, los convocantes, según se publicó, eran “360 organizaciones de derechos humanos”. No es de criticar esa conmemoración, pero generó una reflexión entre los viejos peronistas y sus familias que sufrieron tantas injusticias: ¿Alguna de esas instituciones de DDHH existían en 1955 y se ocuparon de los perseguidos? No.
(…) ¿Qué fue de aquella rebelión del 55? Cumplido el objetivo del retorno de Perón a la Patria, cada uno se fue a rehacer sus hogares. (…) Los resistentes peronistas jamás pidieron compensación alguna y menos en dinero. Que esto quede claro. Hoy son abuelos envejecidos, en su inmensa mayoría viven en la pobreza, enfermos, olvidados. No obstante, ellos y sus hijos hicieron cuanto pudieron cuando la Patria los precisó. Y volvieron a la lucha una y otra vez.
Pero, ¿por qué hoy se margina a los peronistas del 55? Ven como una reiterada discriminación desmoralizante, inmoral, el dictarse leyes que han dado “reparaciones económicas” a luchadores a partir de los años 70. ¿Y los años de plomo anteriores no existieron? ¿Se los borró de la historia como a los federales del siglo XIX?
¿Ha sido un pecado imperdonable que la Resistencia del 55 fuera exclusivamente peronista? Nadie se explica ese maltrato. Tampoco el dejar un vacío histórico entre 1955 y 1970. Es de esperar que esta situación entre en la promesa presidencial del 24 de marzo de “revisar la historia”.
Muchos dicen que el 9 de junio de 1956 se inició el Terrorismo de Estado. Este cronista está de acuerdo. Y suscribe totalmente las palabras de Oliva, especialmente al meditar la frase del general Valle a su hija, cuando Susana le rogaba que tratase de salvar su vida: "¿Cómo podría mirar con honor a la cara de las esposas y madres de mis soldados asesinados? Yo no soy un revolucionario de café".
Vaya contraste brutal —en eso de pagar con la vida las consecuencias de sus actos— con otros, que desde 1975 en adelante, desertaron de sus responsabilidades como cúpula, huyendo al exterior y abandonando a los militantes a su suerte —ya conocida— con el fétido argumento de que: “hay que preservar a la conducción”.
De los Firmenich, Vaca Narvaja, Perdía, Bonasso, Gelman, Verbitsky, etc. hablo, por si no se entendió. ¿Clarito?
De allí este humilde homenaje a los inmolados de junio de 1956. Para ellos, igual que para las víctimas de la dictadura de 1976, exijo Justicia. Y respeto por su heroísmo.

miércoles, septiembre 27, 2006

28.09.1966 - 40 años del Operativo Cóndor

Nota del autor, publicada por El Independiente de La Rioja, el lunes 25.09.06
http://www.elindependiente.com.ar/diario/archivo/noticias_v.asp?99364


Volar como los cóndores...



"-Rumbo uno cero cinco- ordenó Dardo Cabo, alias Lito, un joven alto y delgado de 25 años, periodista y afiliado a la Unión Obrera Metalúrgica, jefe del comando juvenil. Lo secundaba Alejandro Giovenco, de 21 años, de baja estatura pero fornido, apodado El chicato a causa del grueso aumento de sus lentes. El comandante Ernesto Fernández García obedeció la orden y enfiló la nave, con 35 pasajeros a bordo, rumbo a las Malvinas", nos cuenta el periodista Roberto Bardini.
Era el 28 de septiembre de 1966. Y un grupo de 18 jóvenes peronistas -incluyendo a una chica- iniciaron uno de los hechos más destacados de la Resistencia Peronista, cubierto hasta hoy por un manto de deliberado olvido e ingratitud.
Contemos la historia del Operativo Cóndor:
Cuarenta años atrás, en la madrugada de ese 28 de septiembre, el grupo comando -en uno de los primeros secuestros aéreos del siglo XX- desvió en pleno vuelo un avión DC-4 de Aerolíneas Argentinas en viaje desde Buenos Aires a Río Gallegos. Y lo hicieron aterrizar en las Malvinas.
Fueron a reclamar nuestra soberanía, después de 133 años, con un acto efectivo y concreto, bien lejos de las huecas pedanterías de los discursos. Al llegar, izaron banderas argentinas en suelo malvinense y rebautizaron a Puerto Stanley como Puerto Rivero, en homenaje al gaucho entrerriano que gobernó las islas durante unos meses de 1833 y 1834, luego de rebelarse contra los usurpadores ingleses.
Los Cóndores llevaban armas, pero ninguna de ellas causó víctimas, porque no fueron disparadas.
Sigamos leyendo a Roberto Bardini, que lo relata mejor que yo:
“El Operativo Cóndor tenía previsto tomar la residencia del gobernador británico y ocupar el arsenal de la isla, mientras se divulgaba una proclama radial que debería ser escuchada en Argentina. El objetivo no se pudo cumplir porque el avión, de 35 mil kilos, se enterró (...) La nave, además, fue rodeada por varias camionetas y más de cien isleños, entre soldados, milicianos de la Fuerza de Defensa y nativos armados.(...) los restantes pasajeros -entre los que se encontraba Héctor Ricardo García, director del diario Crónica y de la revista Así- se alojaron en casas de kelpers, mientras los cóndores permanecían en el avión. (...) Al día siguiente, luego de formarse frente a un mástil con una bandera argentina y entonar nuevamente el himno, el grupo entregó las armas al comandante aviador Fernández García, única autoridad que reconocieron. Los muchachos fueron detenidos bajo una fuerte custodia inglesa durante 48 horas en la parroquia católica.
El sábado a mediodía, el buque argentino Bahía Buen Suceso embarcó a los 18 comandos, la tripulación del avión y los pasajeros rumbo al sur argentino, adonde llegaron el lunes de madrugada. Los jóvenes peronistas fueron detenidos en las jefaturas de la Policía Federal de Ushuaia y Río Grande, en el territorio nacional de Tierra del Fuego.
Interrogados por un juez, se limitaron a responder: ‘Fui a Malvinas a reafirmar nuestra soberanía’. Quince de ellos fueron dejados en libertad luego de nueve meses de prisión. Dardo Cabo, Alejandro Giovenco y Juan Carlos Rodríguez permanecieron tres años en prisión debido a sus antecedentes político-policiales como militantes de la Juventud Peronista.
(...) La vorágine de los años 70, efímera y feroz, provocó que los miembros del grupo comando tomaran diversos rumbos políticos.
Cuatro después del Operativo Cóndor, unos lucharon por la patria socialista y otros por la patria peronista. El 20 de junio de 1973, cuando el general Juan Domingo Perón regresó definitivamente a Argentina y lo que debió ser una histórica fiesta popular se transformó en una orgía de pólvora y sangre, una parte de ellos estuvo arriba del palco de Ezeiza y el resto permaneció abajo, cuerpo a tierra.
Aquellos jóvenes idealistas que en la primavera de 1966 se convirtieron en hombres de acción y se jugaron la vida en las Islas Malvinas unidos por el amor a esa porción de patria desmembrada, fueron desunidos por recíprocas acusaciones de infiltrados. Unos terminaron como guardaespaldas en sindicatos del peronismo ortodoxo; otros, ingresaron a organizaciones guerrilleras.
(En 2003) Hoy sobreviven 11 cóndores. De los siete que ya no están, sólo dos fallecieron de muerte natural o enfermedad. Los cinco restantes, de un lado y de otro, murieron en forma violenta”, concluye Roberto Bardini.
Pero volvamos a ese día de 1966. Cuando estos hechos ocurrieron, la dictadura del general Onganía llevaba apenas tres meses en el poder, luego de derrocar al Presidente Dr. Illía. Y Felipe de Edimburgo, marido de la entonces (y actual) reina de Inglaterra, “visitaba” Buenos Aires para jugar al polo.
Y encima, en el avión viajaba el Contralmirante Guzmán, gobernador de facto de Tierra del Fuego “e Islas del Atlántico Sur”, quien al fin se encontraba en una parte del suelo argentino que gobernaba en los papeles y que nunca imaginó pisar.
¡Gran escándalo!, el causado por estos Peronistas que nada sabían de los finos modos diplomáticos.
Don Arturo Jauretche, contó en una nota de 1967 que el deplorable Guzmán, en lugar de jugárselas ejerciendo concretamente la soberanía sobre las Malvinas que supuestamente “gobernaba”, optó por irse a tomar el té con el gobernador inglés. La historia se encargó de borrar a Guzmán, de la memoria popular, por su mariconada.
Así recordó los hechos, hace un par de años, Edelmiro Navarro, uno de los Cóndores: "Los hombres que integramos el Comando Cóndor aquel septiembre de 1966 proveníamos, en su mayoría, de una lucha canalizada a través del Movimiento Peronista, nuestras metas en la vida se habían esfumado, dejamos trabajo, estudios, ilusiones de adolescentes, baile, novia, todo, todo... nuestras vidas fueron puestas al servicio del pueblo y de Perón. (...) Recuerdo cuando bajamos del avión al grito de "Las Malvinas son Argentinas! ¡Viva la Patria!”
Estos fueron los 18 jóvenes que formaron parte del Operativo Cóndor, con sus edades y ocupaciones al momento del hecho:
Dardo Manuel Cabo, 25 años, periodista y metalúrgico (jefe del grupo);
Alejandro Armando Giovenco, 21, estudiante (subjefe del grupo);
María Cristina Verrier, 27, periodista y autora teatral (tercera al mando);
Juan Carlos Rodríguez, 31, empleado;
Pedro Tursi, 29, empleado;
Aldo Omar Ramírez, 18, estudiante;
Edgardo Jesús Salcedo, 24, estudiante;
Ramón Adolfo Sánchez;
Edelmiro Ramón Navarro, 27, empleado;
Andrés Ramón Castillo, 23, empleado;
Juan Carlos Bovo, 21, obrero metalúrgico;
Víctor Chazarreta, 32, metalúrgico;
Pedro Bernardini, 28, metalúrgico;
Fernando José Aguirre, 20, empleado;
Fernando Lizardo, 20, empleado;
Luis Francisco Caprara, 20, estudiante de ingeniería;
Ricardo Alfredo Ahe, 20 estudiante y empleado, y
Norberto Eduardo Karasiewicz, 20, obrero metalúrgico.
Todos Peronistas, por supuesto…
En los libros de historia y en los manuales escolares casi ni se mencionan estos hechos que hemos relatado. Los 18 Cóndores Peronistas, aún hoy, quieren ser eliminados de la memoria popular. Contando su historia pretendo, muy modestamente, ayudar a evitarlo.
En lo personal, no me importa el sendero ideológico que cada uno de ellos eligió en los años posteriores. Eso en nada modifica mi respeto y admiración por su coraje, en ese 28 de septiembre de 1966.
Porque mientras otros hablaban, huecos y presuntuosos -y aún lo hacen, con indoblegable cinismo- los Cóndores Peronistas arriesgaron sus vidas y padecieron la cárcel. Le pusieron el cuerpo a sus ideales.
Lo dejaron todo por la causa y nunca reclamaron reparaciones económicas, ni reconocimientos oficiales, ni nada. Y eso, al final, es lo único que vale.
Por: Omar Barberis
Periodista
Chilecito
omarbarberis@yahoo.com.ar

martes, septiembre 12, 2006

Para facilitar la lectura, subo aquí la réplica recibida en los comentarios. Así, quién desee opinar, podrá hacerlo con iguales posibilidades que yo.

El usuario anónimo dijo...

Lamento la demora, pero estuve viajando. Me sorprende que la frase final de su último post no haya sido contestada por alguien más, antes que yo. Porque decir que:"¿Cuál es la diferencia entre legitimar los asesinatos en masa de la dictadura con gestos, comunicados y brindis de homenaje, con la frase: "aniquilar la subversión", del ya conocido decreto?.
Yo no la veo. Ambas abrieron la jaula." ES UN DESPROPÓSITO!!

ud. es una persona inteligente, se lo puede percibir desde la lectura de sus artículos en El Independiente, pero esa frase es AL MENOS OBTUSA. ¿cómo colocar en igualdad de responsabilidades al Estado que redacta de esa forma un DECRETO, y las opiniones de un grupúsculo apenas nominado de individuos sin ninguna responsabilidad y que apenas podían representarse a sí mismos??

No, mi estimado amigo, la jaula se abrió por la irresponsabilidad y la traición de un solo lado del espectro político nacional. Quienes redactaron el Decreto SON responsables y DEBEN hacerse cargo. Y sus herederos políticos también. Cualquier razonamiento en contrario abona la teoría de los dos demonios y eso es absolutamente impensable a estas alturas de los acontecimientos.
septiembre 12, 2006 8:54 AM


Bien, hasta acá la opinión de "anónimo". Ahora él tiene iguales posibilidades de ser leido que yo.

¿Vale?. Gracias.

jueves, agosto 24, 2006

Sí, de ella era la frase....

Dije:
"No me atosiguéis"...
¿Quién dijo la frase del título y cuándo, "anonymus"?
Dijo "anonimus":
"por eso veré si hubo descargo desde el PC. Espero que su pregunta no se refiera a las palabras que tan patéticamente refería la Sra. María Estela Martínez".
Digo ahora:
Sí, de Isabel era la frase.
Y no, "anonimus", no hubo descargo del P.C. Ni lo habrá. Aguardé el tiempo necesario, pero no... Silencio absoluto, al menos, públicamente.
Una prudente, conveniente y oportuna afasia política oculta sus vergonzosas acciones del pasado, cuando los rumbos de un debate toman hacia lugares donde hay más sombras que luces. Veamos.
Alguien que aportó opiniones a mi casilla de correo, me dijo:
"Omar: creo que es bueno recordar estos datos para tener memoria, pero también es bueno consultar a los compañeros que estuvieron presos para que les cuenten como los PC que estaban en Sierra Chica, aún presos, hablaban bien de la dictadura. Eso si que es el colmo del caradurismo.
Yo he registrado varias horas de grabación a los compañeros peronistas presos y todos son coincidentes en que los PC hasta el último día hablaban bien de Videla".
Si bien no me consta de un modo directo la veracidad o no de lo que transcribí, la fuente me merece confianza por sus conocimientos de la historia política. Y coincide con algún relato escuchado hace muchos años, de gente de La Rioja que estuvo presa en Sierra Chica. Por lo tanto, creo que el aporte hecho, vale.
Y porque es coincidente con otras opiniones recibidas, pero, principalmente, por los hechos tal como los recuerdo o como puedo relatarlos citando otros testimonios fáciles de encontrar en Internet o en otras publicaciones.
Otras opiniones recibidas:
Omar: Te olvidaste de mencionar a toda la ex juventud de la ex FJC que se había ido del PC y formado el PCR. Nadra, Etchegaray y cia. le dieron la lista completa de ex militantes y jóvenes comunistas a Videla. El 80 por ciento de esa gente está muerta. La Justicia nunca investigó nada. También pasó lo mismo en el PJ, la UCR y otros partidos.
Omar: Son interesantes muchos de esos datos. Nunca se escribió nada sobre la relación del PC y de muchos partidos con la dictadura (por lo menos nunca nada oficioso, o "desde algún lugar" para tapar tal o cual cosa). ¿No tenés nada escrito sobre el tema?
El rol de la cúpula del P.C. durante la dictadura, tiene demasiadas sombras. Hay algunos hechos que lo ratifican. Ejemplos:
¿Recuerdan el meneado "frente cívico militar" que pregonó el PC durante décadas?. Este es un dato que permite entender la frase del comunicado del 25 de marzo de 1976, que transcribí en mi nota.
"El P.C., aunque no comparte todos los puntos de vista expresados en los documentos oficiales, no podría estar en desacuerdo con tales enunciados, pues coinciden con puntos de su programa",(...)
Pero no acaban aquí los hechos de la dirigencia del P.C. en 1976. Sigamos.
El acuerdo entre la ex U.R.S.S. y la Junta Militar, para la venta de millones de toneladas de granos. ¿Recuerdan?
La actitud de Cuba y de Fidel, de votar en contra de todo intento de condena a las violaciones de los DDHH en Argentina, durante la dictadura, en ONU y otros foros internacionales. ¿Recuerdan?
La Rusia de aquéllos años, jamás habló de "dictadura", para referirse a la Junta, sino que prudentemente usaban un neutro: "gobierno militar", a diferencia de otras dictaduras como la chilena o uruguaya. ¿Recuerdan?
Y así, podríamos seguir citando hechos.
En un interesante trabajo, que puede leerse completo en:
Daniel Campione dice:
"En una conferencia nacional del partido, el secretario general defendía la consigna de gabinete cívico-militar en los siguientes términos: Tiene en cuenta una realidad insoslayable, que es el peso de las Fuerzas Armadas en el quehacer nacional. Así como nos oponemos a que las Fuerzas Armadas constituyan un "poder paralelo" con funciones de "vigilancia", consideramos necesaria su intervención en un gobierno democrático, al lado de los civiles."
Y aquí cerramos el círculo.
El PC pregonaba necesaria... ¡¡NECESARIA!!, la participación de militares en un gobierno elegido por el pueblo, cobijando así los peores fantasmas de la historia nacional reciente: ese sector que se expresó siempre con su frase de cabecera: "Acá lo que hace falta es que vengan los militares a poner orden" ¿Recuerdan?
Ya sé, es una desmesura, pero igual lo diré:
¿Cuál es la diferencia entre legitimar los asesinatos en masa de la dictadura con gestos, comunicados y brindis de homenaje, con la frase: "aniquilar la subversión", del ya conocido decreto?.
Yo no la veo. Ambas abrieron la jaula.

jueves, agosto 17, 2006

"No me atosiguéis"...

¿Quién dijo la frase del título y cuándo, "anonymus"?

Estaba ocupado debatiendo por mail con quienes leyeron la nota de respuesta al comunicado del Partido Comunista de La Rioja, publicado en diario El Independiente y tenía más ganas de intercambiar opiniones que de escribir acá. Es que se puso linda la discusión en privado...

Para que las cosas sean justas, transcribo dicho comunicado y mi réplica.

El P.C. dijo el lunes 7 de agosto:
http://www.elindependiente.com.ar/diario/archivo/noticias_v.asp?94473

Asesinato de Angelelli

Por: Partido Comunista La Rioja

La nefasta dictadura militar encabezada por Rafael Videla, tramó y consumó uno de los crímenes más resonantes y cobardes de que tengamos memoria: el de monseñor Enrique Angeleli, en el marco más general de la Operación Cóndor ordenada por el gendarme EE.UU.

Está aún pendiente de castigo este hecho aberrante, que engrosara las más de treinta mil desapariciones de personas en Argentina, agravado por las complicidades de civiles y militares, del pacto Menem-Alfonsín, de la Libertadora, de Onganía, de Martínez de Hoz, los mártires de Malvinas, de torturas, de persecuciones, de despidos y de asesinatos de todo tipo, y que provocaran decenas de miles de exiliados, mucho de los cuales jamás pudieron retornar a nuestra patria.

Monseñor Enrique Angelelli abrazó la causa de los desposeídos con un oído en el pueblo y el otro en el Evangelio. Su Evangelio que es el que millones de compatriotas argentinos abrazaran, con las expectativas puestas en el cambio de estas estructuras de dominación que aún perduran, para transformarlas en las del socialismo, por las que verdaderamente murió. Los actos oficiales, que repudiamos por oportunistas y por estar cargados de hipocresía, son generados por las mismas usinas que callaron el holocausto de los argentinos durante treinta años.

Como ayer, con motivo de los treinta años del golpe cívico-militar del 24 de marzo, compartiremos los actos que surjan de la voluntad de nuestro pueblo, de los que no especularon durante las tres últimas décadas, poniendo en práctica el rigor científico crítico que compartimos los comunistas de todas las latitudes. Desde el Partido Comunista de La Rioja, continuaremos sosteniendo su memoria desde la lucha de clases que él mismo incentivara tantas veces.

En esta sociedad dividida en clases, con altos exponentes de explotadores y millones de explotados. No con la especulación de "humanizar el capital", hoy trasnacionalizado, sino para reemplazarlo por la sociedad justa que soñara monseñor Angelelli.

Con el fervor patriótico que caracteriza a los comunistas continuaremos vinculando la lucha por el esclarecimiento del asesinato de monseñor Angelelli, de los curas de Chamical, del laico Pedernera y nuestros treinta y dos desaparecidos riojanos y decenas de miles de argentinos, con la lucha por la recuperación del petróleo y del gas para los argentinos, por la recuperación de las empresas que fueron del Estado, por la salud y atención hospitalaria y en contra de las maniobras por aprobar una ley de Educación que, denunciamos será una réplica tanto de la ley Federal tantas veces repudiada, como privatista, confesional, clasista y sexista.

En este treinta aniversario, los comunistas riojanos rescatamos, junto a la memoria de Enrique Angelelli también a nuestros propios mártires, en la recordación de el "Negrito" Avellaneda, Antonio Cafaratti, Juan Ingalinella, Fredy Rojas, Tita Clelia Hidalgo, Jorge Calvo, Néstor Méndez, Guillermo J. Kehoe, es decir nuestros muertos de la Patagonia Trágica, el Cordobazo, las Jornadas del 19 y 20 de diciembre del 2001 y otros.


Y ésta, fue mi réplica, publicada el jueves 10 de agosto:
http://www.elindependiente.com.ar/diario/archivo/noticias_v.asp?94773

Tengamos memoria, por favor

Por Omar Barberis
Periodista - Chilecito omarbarberis@yahoo.com.ar

Veo en la edición del lunes último que el Partido Comunista de La Rioja se manifiesta sobre el asesinato de Monseñor Angelelli. La hipocresía de algunas expresiones, me sitúa en el territorio de los que ya no pueden seguir callando ni un minuto más, frente a la náusea que me generan algunos fraudes históricos del P.C. argentino.

Afrontando el seguro riesgo de ser infamado de macartista, o anatemas parecidos, quisiera vigorizarles la memoria, si me lo permiten. Es que una amnesia patológica descuella entre los incombustibles jerarcas del vetusto partido. En algunos de nuestra Provincia, y en todos los del Comité Central. Y muchos jóvenes desprevenidos pueden creer que algunas cosas de la dictadura son como ellos las relatan. Y no es así.

Hojeemos los archivos del pasado, que esos jamás mienten y comparémoslos con los dichos del cómodo presente. Veamos…

Hoy dice el PC riojano: “La nefasta dictadura militar encabezada por Rafael Videla, tramó y consumó uno de los crímenes más resonantes y cobardes de que tengamos memoria: el de monseñor Enrique Angeleli (…) Está aún pendiente de castigo este hecho aberrante, que engrosara las más de treinta mil desapariciones de personas en Argentina, agravado por las complicidades de civiles y militares,(…) Los actos oficiales, que repudiamos por oportunistas y por estar cargados de hipocresía, son generados por las mismas usinas que callaron el holocausto de los argentinos durante treinta años”.(…), blablabla….

Pero… Qué decía el PC argentino el 25 de marzo de 1976, al día siguiente del golpe de estado?

"Ayer, 24 de Marzo, las F.F.A.A. depusieron a la presidenta María E. Martínez, (…) No fue un suceso inesperado. La situación había llegado a un límite extremo que agravia a la Nación (…) "La movilización de tropas del 24 de marzo había sido precedida de una intensa campaña que reclamaba `rectificar el rumbo`. Efectivamente, era necesario y urgente cambiar el rumbo (…) Estamos ante el caso de juzgar los hechos como ellos son. Nos atendremos a los hechos y a nuestra forma de juzgarlos; su confrontación con las palabras y promesas".

"El P.C., aunque no comparte todos los puntos de vista expresados en los documentos oficiales, no podría estar en desacuerdo con tales enunciados, pues coinciden con puntos de su programa, (…)

El P.C. advierte empero el peligro de que se poden las ramas y se deje el tronco, se ataquen las consecuencias y no las causas, se quede en la superficie sin llegar a la fuente”. (…)
(la Junta militar) "También expuso su propósito de poner fin a la subversión. Es conocido el punto de vista del P.C. sobre las actividades de la supuesta ultraizquierda, que siempre repudió. La guerrilla se combate, sobre todo, suprimiendo las causas sociales que la generan, como se reconoce en documentos militares.(…)

"La opinión pública espera sean puestos en libertad todos los presos sin causas ni proceso y sea abolida la pena de muerte. (…) "El P.C. considera auspicioso que la Junta Militar haya desechado una solución `pinochetista`. Sin embargo, nadie tiene derecho a desarmarse. En el seno de las F.F.A.A. y fuera de ellas se esconden también pinochetistas. El enemigo interno y externo está en acecho. Los imperialistas y fascistas sueñan con el pinochetazo, con un baño de sangre. Buenos Aires, 25 de marzo de 1976".

Sí, increíblemente, el P.C. argentino apoyó el Golpe de Estado. Al fin de cuentas --como ellos mismos lo decían-- coincidía con su propio programa…¿O no expresa eso el comunicado transcripto?.

Y también dieron “consejos” a los golpistas, como el de las ramas y las podas… Y –-más infame, aún-- de yapa, fueron muy coherentes: dos años después compartieron veladas de homenaje a Videla, allá por el 28 de noviembre de 1978, con su máximo jerarca, Fernando Nadra, brindando con Videla.

Mientras cientos de militantes del P.C. eran perseguidos, encarcelados y torturados, los reptiles que mandaban en su partido cenaban con el máximo emblema de los asesinatos en masa.

Recuerdo perfectamente esos tiempos, donde amigos míos --simples militantes del PC-- lloraban de furia, frente a tanta vileza. Son arriba de 160 los militantes Desaparecidos del Partido Comunista. Y aunque hubiera sido tan solo uno, es lo mismo. El valor de la vida humana no se mide en cantidades.

Mientras la cúpula de Nadra baboseaba el anillo de Videla, a los militantes comunistas los exterminaban en los campos de concentración. Es decir, se “podaban las ramas”, como había pedido el P.C. en 1976… Y el Obispo Angelelli, precisamente, era una de las “ramas” más vigorosas de aquéllos tiempos. Así de simple y trágico.

Por eso aflige tener que recordarles a los integrantes del Partido Comunista riojano estos hechos de los jerarcas de 1976. Porque militantes del PC riojano --algunos de los cuales seguramente firmaron el comunicado sobre Monseñor Angelelli-- también padecieron a la dictadura.

¿Cómo se sintieron en 1978 al enterarse en los calabozos sobre la cena en honor de Videla?.

Porque a mí, la sola memoria, el simple recuerdo, de lo que hizo la cúpula del PC argentino en esos tiempos horrorosos, me produce una ascendente, una incontrolable náusea, que ya no estoy dispuesto a tragar nuevamente, como hace 30 años.

Hasta aquí, comunicado del P.C. riojano y mi réplica.

Tal vez, luego suba algunos conceptos de personas que me escribieron, sin identificarlas.

A opinar el que quiera. Insultos sin ideas, hay mil lugares para hacerlos, menos éste...¿sí?. Gracias.